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La plantación de café viene despertando de nuevo un gran interés en los agricultores brasileños, no sólo debido a los buenos precios que la saca del café vienen alcanzando en el mercado, pero también por las modernas técnicas de cultivo, lo que posibilita la obtención de una productividad mucho más alta.
Entre las técnicas empleadas en el cultivo del café, podemos mencionar la utilización de mudas injertadas, el adensamiento o menor espacio entre las plantas, la irrigación de los cafetales (incluso con el uso de electricidad) y el empleo de variedades más precoces (menores y más productivas , lo que garantiza que la primera cosecha se haga un año y medio después de haber formado el cultivo).
El adensamiento es una de las técnicas más importantes, a través de él es posible plantar cerca de 10.000 mudas en 5 hectáreas. Como el ancho de las calles entre las filas es de un máximo de 3,5 m y el espaciamiento entre las plantas es menor (de 0,8 a 1m, como máximo), esto permite plantar 3 veces más mudas de lo que sería posible por el método edad. Esto reduce la mano de obra, permitiendo así una buena economía.
Además del adensamiento, se puede emplear la irrigación de los cafetales, técnica que permite cosechas anuales, y no sólo una cada dos años, como ocurre cuando la labranza no es irrigada. En realidad, incluso en la labranza no irrigada, existe una cosecha anual, pero sólo cada dos años es que su cosecha alcanza un pico de producción.
Toda agua a ser utilizada en la irrigación debe ser analizada para que su calidad sea comprobada evitando, por ejemplo, el exceso de dióxido de hierro, cuyos residuos pueden incluso inutilizar todo el sistema de riego, cuando éste sea por goteo. Este análisis permite, también, que se haga la mejor elección del aparato a ser empleada, de acuerdo, lógicamente, con el sistema a ser adoptado: aspersión, goteo, etc.
Cada pie de café debe ser irrigado de acuerdo con las necesidades derivadas de la falta de lluvias, sequías prolongadas, tipo de terreno, etc. Más información sobre la irrigación en los artículos de irrigación y métodos o sistemas de riego en la sección de agricultura.
La plantación del cafetal debe ser hecha solamente con los árboles muy seleccionados. Ellas pueden ser producidas por el propio plantador del cultivo o adquiridas de agricultores que especializaron su producción para este fin, lo que normalmente es más indicado.
El cultivador puede hacer su propio vivero recibiendo, sin embargo, los clones, preferentemente con 8 raíces o “peones”. Si toda la planta es clonal, se pueden plantar de 2.000 a 2.400 mudas por hectárea.
En terrenos o suelos accidentados, es aconsejable hacer la plantación en curvas de nivel, por las ventajas que esa técnica presenta. Cuando sea necesaria la renovación del cultivo, podemos hacer la poda de gomas o su arrancamiento y sustitución por mudas seleccionadas y, cuando sea posible, disminuyendo el espaciamiento entre las plantas.
La fertilización es otro factor de máxima importancia para el cultivo del café y debe ser hecho para que el suelo tenga siempre los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo del café. Actualmente, existe una gran demanda de café producido exclusivamente con fertilización natural. El café obtenido de esta forma se conoce como café orgánico, con un valor de mercado más elevado y una comercialización muy buena.